La
elección del 2012 para gobernador será un duelo de titanes, dos de los hombres
más preparados para gobernar y que han trazado sus vidas profesionales en torno
al firme deseo de llegar a ser algún día "gobernador", apuntalan las preferencias
de los dos partidos políticos mayoritarios en Tabasco. Me refiero, en estricto
orden alfabético Mayans Canabal, Humberto Domingo y Núñez Jiménez, Arturo. El
calendario electoral tiene fechas[i].
La última ocasión que los vi juntos fue en el 2003 o 2004, en la cabina de Telereportaje, en un edición especial compartiendo debate con Juan José Rodríguez Prats. Debo confesar, que es un recuerdo en mi memoria política, de los más aleccionadores: "los tres mosqueteros 20 años después". Integrantes de una misma generación política, amigos cercanos o distanciados, lo son o lo fueron. Cada uno a su forma “quiere a Tabasco”. Rodríguez Prats, me comentó: "El problema de entre Humberto y Arturo, es que Humberto le tiene envidia a Arturo por su inteligencia y Arturo le tiene envidia a Humberto por ser carita". Agrego: "...y los dos me tiene envidia a mi pero no sé por qué". No son lo que fueron, pero el presente es la sintesis de todos sus "tiempos".
La última ocasión que los vi juntos fue en el 2003 o 2004, en la cabina de Telereportaje, en un edición especial compartiendo debate con Juan José Rodríguez Prats. Debo confesar, que es un recuerdo en mi memoria política, de los más aleccionadores: "los tres mosqueteros 20 años después". Integrantes de una misma generación política, amigos cercanos o distanciados, lo son o lo fueron. Cada uno a su forma “quiere a Tabasco”. Rodríguez Prats, me comentó: "El problema de entre Humberto y Arturo, es que Humberto le tiene envidia a Arturo por su inteligencia y Arturo le tiene envidia a Humberto por ser carita". Agrego: "...y los dos me tiene envidia a mi pero no sé por qué". No son lo que fueron, pero el presente es la sintesis de todos sus "tiempos".
En
el caso de Arturo y Humberto –en estricto orden alfabético- las recalcitrantes
convicciones de una inmaculada militancia en un partido político, estuvieron
supeditas al proyecto de ser gobernadores de Tabasco y se movieron en un espectro
ideológico “común”: la revolución, ser revolucionarios, el ser progresistas, ambos de arraigado
estilo modernista al hacer política. Ambos profesionales de la política, han
transitado por el parlamento, la administración pública y tienen experiencia de
gobierno estatal y nacional.
Conocedores
de Tabasco y conocidos por los tabasqueños, son políticos reconocidos en el ámbito
nacional e incluso internacional. Los afectos se mueven en los extremos: o
los quieren o los odian; pero nada se mueve a medias en torno a estos dos seres
humanos. Son parte de la tropical historia política de Tabasco. Conocen las comunidades de Tabasco desde los setenta, están integradas a sus diálogos por la experiencia de vida. Son barro, ni santos ni demonios. Son como el Duque de Otranto, Jose Fouche, han sobrevivido a las épocas más difíciles.
Tienen una cita con la Historia de Tabasco, en el campo político de la
batalla electoral; así lo indican sus “historias” personales, el "tiempo político" y sus numerosos simpatizantes. Roberto Madrazo les impidió competir, pero ellos siguen vigentes y el primero en el basurero de la historia, porque encarna lo más desprecible de ser humano y de lo político.
Las contrapartes
en sus respectivos partidos políticos carecen de la experiencia asertiva, del
conocimiento y vínculos nacionales para granjear un futuro a Tabasco.
Desde luego que ninguno de los dos es inmaculado, pueden señalárseles sus
sombras humanas y políticas, incluso la fortaleza-debilidad profesional y política de sus
equipos. El ejercer el poder los ha desgastado pero de ninguna manera es una
inhabilitación humana o política, porque también les ha dado "oficio y madurez política".
En el 2000
el PRI demostró en la elección estatal lo pusilánime de sus prácticas políticas
llevando a Tabasco a una encrucijada de legalidad y finalmente se impuso por
la fuerza, pero no por la razón. Manuel Andrade, encabezó un gobierno fuera de
tiempo, le llegó el poder demasiado joven, por ello se llegó a decir: “El gordito
no gobierna, solo disfruta de La Quinta Grijalva”. Tenía una visión acotada. El gobierno de Andrade fue sin
orientación política sin gobernanza, un salto al vacío. Roberto Madrazo, voto por voto
acreditó los muchos cortesanos -que tiene Tabasco- dispuestos a todo, incluso dar el triunfo a Andrade Díaz y fraguar un Golpe de Estado (http://ricardoleoncaraveo.blogspot.com/2009/01/reflexiones-constitucionales-para.html).
Los gobiernos Madrazo, Andrade y Granier están dentro de las "décadas perdidas" y unidos al de Manuel Gurría Ordonez y Neme Castillo, son decadentes con rumbo perdido. Están montados en el manejo de medios. Son gobiernos electoreros, no hay visión de estado.
PRI y PRD una geografia compartida
Andrés
Granier Melo, “El Chelo”, amagó con irse a otro partido político si el PRI no
lo hacía candidato a Presidente Municipal del Centro (1999-2000), pero supo
permanecer y sacar raja en el caos tricolor. En el 2006 ganó Granier no el PRI,
su popularidad convenció, pero paradójicamente si pierde el PRI en el 2012 los comicios locales -en gran medida-
será por él, llegando a su final 83 años cacicazgos priistas. El quinteto de gobiernos locales sin orientación y continuidad política, social y económica, no han debilitado contundentemente al PRI. En Tabasco los 82 años de PRI no son suficiente argumento para darle un triunfo electoral al PRD.
Las “patentes” políticas de PRI y PRD, no son
confiables, en sus estructuras existen vicios similares: corrupción, partidocracia, caciquismo e indefinición de un progrma de gobierno institucional. Las militancias o lealtadades partidistas son relativas, por ejemplo: ¿Cuántos granieristas
participaron en campañas contra el PRI por estar convencidos que era lo
correcto? ¿Cuántos priistas, perredistas e incluso panistas (recordemos la
elección del 2001) participaron en campañas contrarias a sus propios partidos
políticos por estar convencidos que era lo correcto?
La lucha histórica del PRD y el PRI, no es ideológica sino
"de funcionalidad", en base a la capacidad operativa de sus estructuras, a la capacidad de encabezar buenos gobiernos y una visión de estado. La lucha con el PAN sí es ideológica. En el espectro
de las ideas políticas el PRI y el PRD, ocupan una misma geografía política. El derecho de
antigüedad que tanto reclaman algunos es debatible, porque antes de 1988 y con la fundación del PRD en 1989, en
Tabasco todo era PRI. Entre 1988 y 1994, Andrés Manuel López Obrador,
consolida una base política electoral sólida y en crecimiento gradual y constante.
En
1994 la llegada de Juan José Rodríguez Prats, al PAN, pone los ojos de algunos
políticos en este partido como una posibilidad de participación. En el 2000, la
llegada del PAN al Gobierno Federal, fortalece las adhesiones a este partido; pero los triunfos electorales locales los regatea el electorado tabasqueño y es la fuerza de los liderazgos naturales lo que ha hecho la diferencia y no la organización como partido político.
El
PRI se ha debilitado gradualmente en cada elección federal y local perdiendo
cohesión política. El PRD y el PAN se han
enriquecido de los tránsfugas políticos[ii].
Ser un trásfuga no es un pecado original o una condena de exclusión política a perpetuidad, sino el reflejo de las "pasiones políticas". ¿Quién critica hoy a Churchill por el hecho de ser trásfuga? ¿Cómo permanecer
en un partido político donde el empoderamiento de los mezquinos o los
adversarios impide cumplir las aspiraciones personales? ¿Por qué negarse el
político a cumplir sus proyectos si tienen visión social
pero que otro partido sí valoran? ¿Por qué negarse el político a cumplir sus proyectos si
los puede cristalizar en otro partido? ¿Se cambiaron de partidos políticos o de
valores? ¿Hay que permanecer leales a hombres, instituciones o principios? El debate
ético de este fenómeno político –“tránsfugas políticos”- da para más.
En ese orden de ideas lo partidos políticos quedaran rebasados por la preferencia por una persona porque el valor supremo que cualquier ciudadano posee es un estado generoso y justo. El duelo será cruento, de pronósticos reservados, porque será la última oportunidad.
En ese orden de ideas lo partidos políticos quedaran rebasados por la preferencia por una persona porque el valor supremo que cualquier ciudadano posee es un estado generoso y justo. El duelo será cruento, de pronósticos reservados, porque será la última oportunidad.