jueves, 24 de mayo de 2012

El Factor López


Parte I de III
Por Ricardo León Caraveo 
En diciembre de 2000, Tabasco vivió uno de los meses más intensos de su Historia al anularse la elección celebrada el día 15 de octubre, al acreditarse diversas irregularidades. De esta forma por tercera o cuarta  vez consecutiva -1988, 1994, 2000, 2001- una elección de gobernador era severamente cuestionada por la falta de legitimidad.
En 1988 José Salvador Neme Castillo, con un 58% de abstencionismo de la lista nominal logró obtener la gubernatura, la cual disputó con Andrés Manuel López Obrador. El Frente Democrático Nacional en 1988 irrumpe en un Tabasco tradicionalmente priistas, que tenía como segunda fuerza electoral al Partido Popular Socialista y tercer lugar al Partido Acción Nacional. El PRI se impuso desde 1929 porque gobernadores, presidentes municipales, diputados locales, senadores y diputados federales era sus afiliados.



Fue hasta 1994 cuando se reconoce el primer triunfo en el municipio de Cárdenas, pero de hecho la debacle electoral de 1988 y 1991, propiciada por el enfrentamiento histórico entre el neomadracismo y nemismos, en una irracional disputa por el poder con fines de lucrar con él, con  fuerte presión del naciente PRD dirigido por Andrés Manuel López Obrador. La presencia en el Congreso Local, se logra desde 1988 con el Frente Democrático Nacional, a través de la figura de representación proporcional. De esta apasionante historia política parlamentaria de Tabasco, no se ha escrito mucho y al Congreso del Estado de Tabasco poco le ha interesado.[i]
En 1988 el PRI obtuvo 205, 515 votos con el candidato Salvador José Neme Castillo; el Frente Democrático Nacional 54,890 votos lo que hoy se conoce como PRD, siendo su Candidato Andrés Manuel López Obrador; y el PAN 989 votos, no obstante que no tuvo candidato, es decir, participaron oficialmente los dos primeros. En medio de señalamientos de irregularidades severas, como acarreo, compra de votos, intimidación de votantes, rasurado de la lista nominal, “votos” de difuntos, parcialidad de los órganos electorales, intervención del gobierno para obstaculizar la campaña opositora, urnas “embarazadas” de votos, urnas cambiadas de lugar predeterminado, uso de la fuerza pública contra votantes, manipulación de la información por parte de los medios de comunicación, omisión y falta de difusión de las actividades de los candidatos opositores al PRI y otras acciones más, necesarias , para destruir e inhibir el desarrollo democrático de la sociedad.
En las cúpulas, se trazaron evidente objetivo, y es impedir el desarrollo democrático de Tabasco impidiendo, retrasando, simulando o saboteando reformas al sistema de partidos y procesos electorales. La regulación electoral desde 1988 a la fecha no fortalece la democracia acorde a su realidad histórica imperante, sino que obedece a avances graduales y manipulados con finas estrategias para que el PRI conserve el poder público; por ello el proceso se ha desarrollado en medio del conflicto permanente dentro y fuera del PRI. De una u otra forma los actores políticos han tenido que enfrentar a la estructura del poderoso del momento.
En 1994, hubo nueve candidatos y los resultados fueron (Instituto de Mercadotecnia y Opinión, 1993): Partido Acción Nacional, Juan José Rodríguez Prats (13,410 votos); Partido de la Revolución Democrática, Andrés Manuel López Obrador (200, 087); Partido Revolucionario Institucional, Roberto Madrazo Pintado (297,365); Partido del Trabajo, María Luisa Frías Almeida (2,870 votos); Partido Verde Ecologista de México (559 votos), Rosario María Sánchez Jiménez; Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, Manuel Urrutia Castro (784 votos); Partido Demócrata Mexicano, José Luis Mendoza Meana (252 votos); Partido Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, Inocencio Lizalde Ríos (1194 votos); y por el Partido Popular Socialista, Estelvina Pedrero Vidal (977 votos).
En 1995 conocimos la información contable del PRI para ganar la elección de gobernador de 1994, por fin tuvimos un dato cierto para calcular cuánto cuesta la manutención –al menos electoral – de “el monstruo filantrópico”[1]. La documentación acredita un gasto por 237 millones de pesos, en una época en la que dólar estaba a 3.50 pesos aproxidamente. En dólares equivalía a casi 70 millones de dólares y el costo unitario por voto fue calculado en 800 pesos más o menos. El ilícito electoral acreditado en varias cajas, se convirtió en un hecho histórico sin precedentes en la historia de Tabasco y de México, porque la pandilla de neo-madracistas y Roberto Madrazo Pintado, no fueron responsabilizados ante las autoridades penales, civiles o electorales. La Procuraduría General de la República declina competencia a la Procuraduría de Justicia del Estado, cuyo titular había sido designado por Roberto Madrazo. No obstante la inmoralidad política, el PRI hizo a Madrazo Pintado Presidente del PRI y Candidato a la Presidencia de la República. ¿Quién es más delincuente Madrazo o Moreira? ¿Qué diferencia existe en Roberto Madrazo y el Enrique Peña que fue Secretario de Finanzas, Presidente de la Congreso del Estado de México y artífice de la impunidad del enriquecimiento de Arturo Montiel?
Es improbable que si Rodríguez Prats, López Obrador y Madrazo Pintado, hubieran tenido equidad financiera, el resultado fuera favorable a este último. Madrazo Pintado al igual que –hoy- Peña Nieto está tratando de ser impuesto por la fuerza del dinero y la manipulación. En este contexto tengo una pregunta ¿A que se referirá la expresión “Nuevo PRI”?
La debilitada moral y la pobreza del pueblo de Tabasco permite que para las elecciones de junio de 2012 se presente un tercer Madrazo, a pedir el voto: Federico Madrazo Rojas. Que ha hecho carrera política empujado por su cuestionado padre. ¿Qué tan auténtico deseo de servicio al prójimo puede haberle fomentado Roberto Madrazo a su hijo Federico? ¿Puede Federico ofertar al electorado honestidad, lealtad probada, congruencia política o moral pública?
En el 2000, los candidatos fueron por el PAN, José Antonio de la Vega Asmitia (54,620 votos); PRI, Manuel Andrade Díaz (288,860); PRD, César Raúl Ojeda Zubieta (281,705 votos); Partido del Trabajo, Héctor Arguello López (6,806); Partido Verde Ecologista de México, Nicolás Haddad López (2,083 votos); Partido Centro Democrático, José Eduardo Beltrán Hernández (373 votos) y Partido Alianza Social, Gerardo San Román (404 votos). Tabasco es la primera entidad federativa en la Historia de México donde la elección para gobernador fue anulada, y esto sucedió en diciembre del 2000 por el Tribunal Federal Electoral. En la elección de gobernador hubo trampa, se actualiza el supuesto normativo denominado “causa genérica de nulidad de la elección” (Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, 2011) vulneraron la equidad del proceso y consistente:  a) Que se hayan cometido violaciones sustanciales; b) Que tales violaciones sustanciales se hayan cometido en forma generalizada en el distrito o entidad de que se trate; c) Que esas violaciones sustanciales se hayan cometido en la jornada electoral; d) Que la comisión de tales violaciones sustanciales se encuentre plenamente acreditada; e) Que se demuestre que esas violaciones sustanciales fueron determinantes para el resultado de la elección; f) Que las respectivas violaciones sustanciales no sean imputables a los partidos originalmente demandantes o sus candidatos. La expresión “elección de Estado”, tiene amplio contenido teórico, práctico, político y jurídico, ese “octubre negro”.
En el 2000, el PRI Tabasco acreditó su recia vocación antidemocrática en la entidad que había conflictuado a la sociedad en 1988, 1991, 1994 y 1997. Los SUP-JRC-487/2000 y su acumulado SUP-JRC-489/2000. Ante la persistencia de imponerse por métodos antidemocráticos hubo empoderamientos. Los abogados priistas hicieron gana de una aberrante renuncia intelectual, al grado de negar la naturaleza jurídica de la “nulidad”. La Legislatura  LVI, en genuflexión total a Roberto Madrazo, se suma a ejecutar un Golpe de Estado (Caraveo, 2001)[2].
En el 2001 los resultados fueron: PAN, Lucio Galileo Lastra Marín (14,794); PRI, Manuel Andrade Díaz (360,738) y PRD, César Raúl Ojeda Zubieta 327,396.
En el 2006, los candidatos fueron por el PRI, Andrés Rafael Granier Melo (436,863 votos); PRD, César Raúl Ojeda Zubieta (355,669); PAN, Juan Francisco Cáceres de la Fuente (29,619); PVEM, Pascual Bellizzia Rosique (4,042); y PANAL, Manuel Paz Ojeda (1,573). En ese mismo año los resultados de las elecciones federales fueron: PAN, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (31,975); PRI, Roberto Madrazo Pintado (344,526); y PRD, Andrés Manuel López Obrador (512,743).


De las muchas inferencias o conclusiones, conviene identificar:
1.      Andrés Manuel López Obrador, es un factor cuantitativo constante en los procesos electorales de Tabasco desde 1988, y siendo que actualmente es Candidato a la Presidencia de la República, esta influencia permanecerá en el 2012.
2.      Desde 1988, el PRI ha tenido que gastar cantidades exorbitantes de dinero, utilizar al estado como instrumento partidista electoral y la fuerza estructural de este para mantenerse en el poder público, por lo que es una estructura gubernamental burocrática y no su naturaleza de partido político lo que le da competitividad electoral.
3.      El Congreso del Estado es factor político, de cuyo control depende decididamente la posibilidad de designación de gobernador sustituto o interino; y en virtud de los afirmado en el punto 2, es indispensable que los partidos contrarios al PRI logren tener una mayoría de diputados que neutralice y tenga la capacidad de contrarrestar al advenedizo parlamentarismo priista.
4.      La mayoría en la Cámara de Diputados debe ser acompañada de cambios en las estructuras administrativas del Congreso, porque la burocracia del Poder legislativo la controla el PRI. Además de que resulta impostergable una “Reforma Estructural del Poder Legislativo”.
5.      El Caso del PAN, en 1994 Juan José Rodríguez Prats obtuvo 13,410 votos, (2.53%);  2000, José Antonio de la Vega Asmitia obtuvo 54,620 (8.38%); 2001, Lucio Galileo Lastra Marín, 14,794 votos (2.08%); y en el 2006, Juan Francisco Cáceres de la Fuente 29,619 votos, (3.52 %).  Se incrementó 5.85% electoralmente entre las elecciones 1994 al 2000. Del 5.85% bajo 4.86%, es decir, pudo mantener solo .99%. El candidato de 2006 no sumó sino restó fuerza electoral al PAN.




[i] En la sección que se presenta como Historia del Congreso en el portal http://congresotabasco.gob.mx/60legislatura/acerca/, es una lista incompleta de Legislaturas. 

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