sábado, 27 de agosto de 2011

Ética del Liderazgo


Por Ricardo León Caraveo 
En ocasiones decidir es “elegir” entre alternativas que son seres humanos. La historia personal, la conducta en la vida cotidiana, la interacción familiar y social son la auto-delación[1] para determinar las calidades humanas, en consecuencia generar la certeza de que el perfil humano coincide con el contexto al que lo estamos llevando para cumplir nuestras expectativas. Maslow, alertó sobre la inconveniencia de marginar los factores emocionales y ponderar los racionales, porque hay doctores sin doctorado y doctorados sin doctores.
"La toma de decisiones pone en juego numerosos procesos cognitivos, (sic) entre ellos el procesamiento de los estímulos presentes en la tarea, el recuerdo de experiencias anteriores y la estimación de las posibles consecuencias de las diferentes opciones[2]" .
La Psicología ilustra la importancia del equilibrio entre la racionalidad y las emociones, en el dilema  para discernir la sustancia individualidad. Lo anterior delimita el grado de consciencia (emoción-razón). La Ética, reconocida en determinar lo correcto y lo incorrecto, controvertida en diferentes cosmovisiones filosóficas, es elemento necesario en la valoración.
Con base en lo anterior el ser humano, al decidir  y definir una preferencia entre opciones que son seres humanos, debe considerar la dimensión humana de sus alternativas. ¿Cómo adopto una decisión correcta? El análisis es múltiple, mientras más información disponible es mejor, tener consciencia de cuáles son nuestras estímulos y las consecuencias de nuestro acto.
El historial ético de nuestras alternativas es elemento indisoluble de una decisión acertada. En la toma de decisiones cuando las alternativas humanas son políticas/políticos, debemos confrontar preparación profesional, historia personal, formación política, consistencia ideológica y tendencia política. La integración a una camarillas o grupo político es lo que denomino “tendencia política”. Los liderazgos tienen prospectiva Ética. La deshonestidad no es consecuencia del cargo público, sino la materialización de un deseo incubado antes de la designación, desarrollado en la historia personal, profesional y humana.
La auto-delación son las señales de  autenticidad moral, humana, ética y política visibles para nuestro libre albedrío. No hay engaño sino autoengaño, pero también hay mentirosos profesionales, por ello es necesario tener método al decidir. Los estudiosos de la psicología de la mentira mencionan la existencia de micro-expresiones, articulación de enunciados, posiciones corporales entre los más relevante.
El mentiroso crea u omite un argumento, para sustentar la simulación de la verdad. La verdad o autenticidad son términos absolutos, un pusilánime y un ser humano con integridad son psicológicamente visibles.
El cargo público no inventa la mezquindad, está se trae con anterioridad. La vida pública evidencia la integridad del ser humano. Hay que distinguir entre el discernimiento moral o teológico del psicológico, mis aseveraciones descansan en este último. Cualquiera podría considerar la infidelidad como algo inmoral, pero también tiene una perspectiva psicológica: emociones divididas, baja autoestima, desequilibrios emocionales y racionales, dualidad, sexismo, paternidad o maternidad irresponsable (familia monoparental), un sentido hedonista de la vida, una circunstancial escala de valores, la manifestación individual del machismo tan enraizado en la identidad nacional o un desequilibrio psiquiátrico. La ética del liderazgo no es nihilismo.
Es inmoral corromper pero la pregunta es ¿Por qué un ser humano tiene necesidad de corromper y corromperse? Un supuesto liderazgo que acude al chantaje del favor efectuado, al ofrecimiento económico o laboral para granjearse una simpatía o a la amenaza directa o velada ¿Cuál es su contenido axiológico[3]?
La dimensión ética de un liderazgo es la misma que la del votante. La ética del líder y el votante es la misma que la de la institución a la que pertenecen. Por lo que la Ética de una liderazgo institucional es la congruencia existente entre el líder, el votante y la institución.
Las expresiones “así es esto”, “mientras nadie se de cuenta hazlo”, “la política es en si misma la práctica de antivalores”, “eres idealista no vas a cambiar el mundo”, “ si no lo haces eres un estólido”, “hago antigüedad no hago mi trabajo”, “vivir fuera del presupuesto es un error”, “el que no tranza no avanza”, “lubrica la maquinaria”, “Señor, no me des ponme donde hay”, “honesto, honesto, honesto, ya tres honestos no los aguanto”, “son mis tiempos” y otra retahíla  de argumentos, son expresiones del albañal axiológico de las corruptas y corruptos.


[1] El que se delata así mismo. Delatar: Revelar a la autoridad un delito, designando al autor para que sea castigado, y sin ser parte obligada del juicio el denunciador, sino por su voluntad.
[2] http://www.neurologia.com/pdf/Web/4207/u070411.pdf
[3] ¿Cuál es la “Teoría de la Valores” de esa persona?

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